Keats pintado por William Hilton
Al igual que Byron y Shelley, Keats murió a
principios de la década de 1820, en su caso, víctima de la tuberculosis. De los
tres, fue el que murió más joven, a los 26 años. A pesar de su corta vida,
Keats fue uno de los poetas más importantes de todo el siglo XIX, e incluso de
toda la historia de la literatura. John Keats (1795-1821) nació en Finsbury
Pavement, cerca de Londres, en un ambiente modesto: su padre era cochero y murió de la caída de un caballo en 1803, cuando el poeta
tenía sólo siete años. Su madre volvió a casarse enseguida, pero este segundo
matrimonio fue infeliz y la madre no tardó en abandonar a su marido y
trasladarse a vivir en casa de la abuela de Keats en Enfield con Keats, su
hermana y otros tres hermanos, de los cuales uno no tardó en morir. Allí el
poeta fue a una buena escuela y antes de los quince años ya estaba empapado de
clásicos y traducía a Virgilio; sin embargo, la madre murió en 1810 de tuberculosis
dejándoles a él y a sus hermanos al cuidado de su abuela.
Esta nombró dos tutores que
pudieran cuidar a los huérfanos; estos sacaron a Keats de su antigua escuela y
lo convirtieron en aprendiz de cirujano hasta 1814, cuando, tras una pelea con su maestro,
abandonó ese puesto y se fue a estudiar en otro hospital de la zona. Durante aquel año, John dedicó cada vez más y más tiempo al estudio
de la literatura y, aunque se graduó en Farmacia, sólo ejerció dos años, tras
los cuales se entregó por completo a la poesía.
La lectura de la obra de Edmund Spencer, concretamente La Reina de las Hadas, supuso para
Keats un punto de inflexión en su desarrollo literario e inspiró la creación de
su primer poema: A imitación de Spenser. Enseguida conoció al poeta y
editor Leigh Hunt
embarcado en la defensa del Romanticismo; trabó amistad con él y este lo
introdujo en el selecto círculo de los más destacados poetas de su época, como Percy B. Shelley y Lord Byron,
con los cuales también hizo amistad. Hunt publicó su "A imitación de
Spenser" en 1816 en su periódico Examiner, así como sus primeros sonetos, "Oh,
soledad si pudiera morar contigo" y "Al examinar por primera vez la
traducción de Homero por Chapman", inspirado en la lectura de la Iliada
y la Odisea traducidas por George Chapman en el siglo XVII. Un año después, publicó su primer poemario
titulado simplemente Poemas (1817). Esta primera colección no tuvo buena
acogida, sobre todo por su relación con el controvertido editor, quien era
además un crítico literario muy agrio y se había ganado enemigos poderosos
entre los poetas y escritores de su época.
En 1817 se trasladó a la Isla de Wight,
donde empezó a trabajar en un nuevo libro. Poco después tuvo que encargarse de
cuidar a su hermano Tom, víctima de la tuberculosis,
como su madre. Esta enfermedad supuso para el poeta casi una maldición bíblica,
pues habría de diezmar a su familia y terminar con su propia vida. Tras
finalizar su poema épico Endymion, Keats inició un viaje por Escocia
e Irlanda
en compañía de su amigo Charles Brown y durante este viaje él también
empezó a mostrar signos de infección, por lo que tuvo que volver
prematuramente. A su regreso, se encontró con que Tom había empeorado
considerablemente; al fin, murió en 1818. Al pesar por la muerte de su hermano se unió el hecho de
que la crítica había recibido con hostilidad su Endymion,
al igual que había hecho antes con sus Poemas. Keats decidió entonces
volver a trasladarse, esta vez a vivir en la casa londinense de su amigo Brown.
Allí conoció a Fanny Brawne, quien había estado viviendo en la casa de Brown
con su madre, y, al poco, se enamoró de ella. La publicación póstuma de la
correspondencia entre ambos escandalizó a la sociedad victoriana.
La película Bright Star del año 2009, de la realizadora
Jane Campion, se centra especialmente en la relación sentimental entre Jonh
Keats y Fanny Brawne.
Entre tanto, durante la primavera y el verano de 1819 Keats escribía sus
mejores poemas: "Oda a Psique", "Oda a una urna griega" y
"Oda a un ruiseñor", piezas clásicas de la literatura inglesa, que
aparecieron en el tercero y mejor de sus libros, Lamia, Isabella, la víspera
de santa Inés y otros poemas (1820).
Al año siguiente, su relación con Fanny tuvo que
concluir cuando la tuberculosis de Keats se agravó sensiblemente. Los médicos
le aconsejaron que se alejase del frío clima londinense y marchase a la soleada
Italia;
Keats marchó a Roma con su amigo el pintor Joseph Severn invitado por otro amigo, Percy B Shelley Durante un año su
enfermedad pareció mejorar, pero al cabo su salud volvió a quebrantarse y murió
a principios del año siguiente, el 23 de febrero
de 1821,
al lado de la romana plaza de España. En honor a su amigo, Shelley escribió su
poema Adonäis.
He aquí la primera y la última estrofa de este extenso poema:
I
Murió Adonais y por su muerte
lloro.
Llorad por Adonais, aunque las lágrimas
no deshagan la escarcha que les cubre.
Y tú, su hora fatal, la que, entre todas,
fuiste elegida para nuestro daño,
despierta a tus oscuras compañeras,
muéstrales tu tristeza y di: conmigo
murió Adonais, y en tanto que el futuro
a olvidar al pasado no se atreva,
perdurarán su fama y su destino
como una luz y un eco eternamente.
Llorad por Adonais, aunque las lágrimas
no deshagan la escarcha que les cubre.
Y tú, su hora fatal, la que, entre todas,
fuiste elegida para nuestro daño,
despierta a tus oscuras compañeras,
muéstrales tu tristeza y di: conmigo
murió Adonais, y en tanto que el futuro
a olvidar al pasado no se atreva,
perdurarán su fama y su destino
como una luz y un eco eternamente.
LV
El poderoso aliento que he invocado
en este canto, sobre mí desciende.
La barca de mi espíritu es llevada
a gran distancia de la orilla, lejos
del miedoso tropel cuyos navíos
jamás la vela a la tormenta dieron.
Se resquebrajan la maciza tierra
y los redondos cielos. Soy raptado
a una temible lejanía oscura…
Mientras el alma de Adonais, que arde
como un astro, a través del postrer velo
del firmamento, brilla y me ilumina
desde la estancia de los Inmortales.
Percy Bysshe Shelley “Adonais”
(traducción de Vicente Gaos, Colección Austral)
El cuerpo de Keats está enterrado en el cementerio protestante de Roma; sobre su lápida, según quería que fuera su epitafio, se lee «Aquí yace alguien cuyo nombre fue escrito en el agua».
No hay comentarios:
Publicar un comentario