Citas
- Yo soy la novela. Yo soy mis historias. (A Felice Bauer)
- En el fondo mi vida consiste y consistió desde siempre en intentos de escribir, fallidos la mayoría de las veces. Pero si no escribía me encontraba por los suelos, para que me barrieran (A Felice)
- Todo lo que no sea literatura me aburre. Odio este sentimiento porque me entorpece o me detiene, aunque sólo sea de un modo hipotético. Para la vida familiar me falta todo sentido, excepto, en el mejor de los casos, el de observador. No poseo ningún sentimiento de parentesco, en las visitas sólo percibo una maldad expresamente dirigida contra mí. (Diarios)
- El inmenso mundo que tengo en la cabeza. Pero cómo liberarme y liberarlo sin hacerse pedazos. Y mil veces mejor hacerse pedazos a reprimirlo en mi interior o enterrarlo. Para eso estoy aquí, está bien claro. (Diarios)
- (La carrera de Derecho le producía la impresión de) "alimentar literalmente su intelecto con serrín" (Carta al padre)
- (A la hora de decidir la portada de La metamorfosis) "He caído en la cuenta de que podría ocurrírsele (al ilustrador Ottomar Starke) pintar un escarabajo. ¡De ninguna manera, esto de ninguna manera! No se puede dibujar un insecto!
- "la verdad interna de un texto tiene que ser reconocida o desmentida una y otra vez por cada uno de los lectores u oyentes" (A Felice)
- Lo único que hago es dedicarme a que me torturen y a torturar (A Milena Jesenská)
- En mí se puede reconocer muy bien una concentración en la escritura. Cuando mi organismo se dio cuenta con claridad de que escribir constituía la dirección mas productiva de mi ser, todo se concentró en este aspecto, dejando vacías el resto de las capacidades dirigidas ante todo a los placeres del sexo, de la comida, de la bebida, de la reflexión filosófica, de la música. En todas estas direcciones quedé demacrado. (Diarios)
- No poseo ningún interés literario. Yo mismo estoy compuesto de literatura, no soy otra cosa y no puedo ser otra cosa. (A Felice)
- siento, cuando no escribo, cómo soy expulsado de la vida por una mano inflexible. (A Felice)
- Escribí la historia La condena durante la noche del 22 al 23 de septiembre de un tirón, desde las diez de la noche hasta las seis de la mañana. Apenas podía sacer las piernas de debajo de la mesa, rígidas de haber estado sentado todo el tiempo. El terrible esfuerzo y la alegría de ver cómo iba evolucionando la historia ante mí, cómo iba yo averiguando igual que si nadase en un río... Sólo así es posible escribir, sólo en un contexto semejante, con el cuerpo y el alma completamente al descubierto. (Diario)
- ¿Encuentras algún sentido en La condena? Me refiero a un sentido preciso, coherente, que se pueda seguir. Porque yo no lo encuentro y tampoco puedo explicar nada. Pero hay muchas cosas raras ahí." (A Felice)
- La condena no se puede explicar (A Felice)
- ¡Psicología, nunca más!
- No alaba realmente mi libro, sino que me alaba sobre todo a mí y eso es lo más absurdo. Pero, por favor, ¿quién puede verificarme a mí? (A Felice)
- He podido echar una mirada al frío lugar de nuestro mundo, al cual yo me veía obligado a calentar con un fuego que priero tenía que buscar. (Diario)
Aforismos
16. Una
jaula fue en busca de un pájaro.
20. Unos leopardos penetran en el
templo y beben de las copas sagradas hasta vaciarlas del todo. Este hecho se
repite una y otra vez. Finalmente se hace previsible y se convierte en parte de
la ceremonia.
36. Antes no entendía por qué no
recibía ninguna respuesta a mi pregunta, hoy no comprendo cómo pude creer que
podía preguntar. Pero antes no creía en absoluto, sólo preguntaba.
41. La desproporcionalidad del mundo
parece ser, para nuestro consuelo, sólo numérica.
47. Se les concedió la facultad de
elegir entre ser reyes o mensajeros de los reyes. Como los niños, eligieron ser
mensajeros. Por esta causa hay mensajeros vocingleros que recorren el mundo y,
como ya no hay reyes, intercambian entre ellos mismos las noticias carentes de
sentido. Con placer pondrían fin a sus vidas miserables, pero no osan hacerlo
por el juramento profesional.
50. El ser humano no puede vivir sin
poseer una confianza duradera en que hay algo indestructible en sí mismo, por
lo que tanto lo indestructible como la confianza pueden permanecer ocultos para
él de manera duradera. Una de las posibilidades de expresión de ese «permanecer
oculto» es la fe en un dios personal.
52. En la lucha que sostenéis el mundo
y tú, secundo al mundo.
56. Hay preguntas que no podríamos
olvidar, si no fuéramos liberados de ellas por naturaleza.
58. Se intenta mentir lo menos
posible sólo cuando se miente lo menos posible y no cuando se tiene la menor
oportunidad posible de mentir.
61. Quien ama en el mundo a su
prójimo no comete una injusticia mayor ni menor que el que se ama a sí mismo en
el mundo. Sólo queda la cuestión de si lo primero es posible.
68. ¡Qué es más alegre que la fe en
un dios casero!
69. Desde un aspecto teórico existe
una posibilidad de alcanzar la felicidad completa: creer en lo indestructible
en sí y no aspirar a ello.
70/71. Lo indestructible es único.
Cada ser humano lo es y, al mismo tiempo, es algo común a todos, de ahí el
indisoluble vínculo sin parangón que une a los seres humanos.
74. Si lo que en el paraíso
supuestamente se destruyó, era destructible, entonces no era decisivo; si era,
sin embargo, indestructible, entonces nuestra fe es falsa.
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