La
influencia de Baudelaire ha sido enorme en la historia de la literatura ya que
lleva hasta sus últimas consecuencias la angustia y el desengaño del
Romanticismo, incorpora las novedades del Parnasianismo, es un precursor del
Simbolismo y del Decadentismo, y abre paso a la poesía contemporánea
especialmente por la incorporación de la dualidad del Ideal y el Spleen,
por la utilización del lenguaje cotidiano y la percepción de la vida urbana de
la gran ciudad, por la creación de la prosa poética y por la concepción de su
poesía como una obra unitaria, no como una simple recopilación de poemas.
La
obra poética de Baudelaire es inmediatamente reconocida por los simbolistas
franceses (Rimbaud, Verlaine y Mallarmé). El propio Rimbaud fue uno de los
primeros escritores en exaltar al poeta parisino, tan sólo cuatro años después
de su muerte, coronaba a Baudelaire como "Rey de los Poetas, verdadero
Dios."
Es
considerado como uno de los precursores de las vanguardias (especialmente del
Surrealismo y del Expresionismo), y de de la filosofía existencialista, que se
desarrolla a partir de la II Guerra Mundial.
A
comienzos de los años 20 varios autores de primer nivel como Proust, Walter
Benjamin y T.S. Eliot retoman el interés por el francés mediante diversos
análisis, estudios, ensayos y artículos.
En
España su influencia ha sido enorme, tanto en los poetas del Modernismo y del
Simbolismo (Rubén Darío, Antonio y Manuel Machado…) como en Juan Ramón Jiménez
o Cernuda (cultivadores de la prosa poética) o Jorge Guillén por la concepción
unitaria de la obra literaria. El tema de la gran ciudad fue brillantemente
retomado, desde la estética surrealista, por Federico García Lorca en su Poeta
en Nueva York.
Su
popularidad ha llegado hasta la literatura juvenil contemporánea, de forma que
tenemos personajes con su nombre: los hermanos Baudelaire, protagonistas de la
serie –y el título no es una casualidad, sino más bien un homenaje al poeta- Una
serie de catastróficas desdichas, de Lemony Snicket, novelas que han sido
llevadas al cine. Títulos de poemas de Baudelaire, como El esqueleto
labrador, han sido recogidos en cómics actuales.
Las flores del mal y la pintura
Baudelaire,
como crítico de arte, estuvo muy relacionado con las tendencias pictóricas de
su época, defendiendo la estética moderna, como la de Delacroix. También admiró
a Manet y a Courbet. Escribió, en El pintor de la vida moderna, sobre
su amigo el dibujante Constantin Guys, quien ilustró algunos de sus poemas.
Manet incluyó a Baudelaire en su cuadro Música en las Tullerías, y en
1865 grabó dos retratos de él. Courbet también incluyó su figura en El
taller del pintor.
La
poesía de Baudelaire se relaciona muy directamente con el Impresionismo, movimiento pictórico de finales del
siglo XIX que se enfrenta al academicismo de la época y propone una estética
nueva basada, no en la precisión de la línea ni en la fidelidad a la realidad,
sino en la impresión de colorido y luz. El tema de la gran ciudad y
sus habitantes, sus bares, cabarets, personajes, fiestas… es frecuente en los
pintores impresionistas, cuyos representantes más importantes son Pissarro,
Monet, Sisley, Degas, Renoir y Cézanne. Toulouse Lautrec reflejó en sus
cuadros, igual que Baudelaire en sus poemas, los bajos fondos parisinos.
Las flores del mal y la música
Baudelaire
fue pionero en el campo de la crítica musical, donde defendió especialmente a
Richard Wagner, al que consideraba la síntesis del arte nuevo. A Baudelaire se
debe el nuevo acoplamiento entre la música y la poesía, y la reivindicación de
una cultura musical que favoreciera la evolución del poeta.
Por
todo ello no es de extrañar la enorme influencia que ha tenido la figura de
Baudelaire en la música posterior, y la enorme cantidad de compositores y
cantantes que se han inspirado o han versionado sus poemas. Quizás el más
importante es músico francés Claude Debussy, quien puso música a cinco poemas de Baudelaire
en 1890 : Le Balcon, Harmonie du soir, Le Jet d'eau,
Recueillement et La mort des amants.
Numerosos
cantantes franceses han versionado los poemas de Baudelaire, aunque solo
citaremos algunos: Léo Ferré, cantautor francés, le dedicó tres discos: Les
Fleurs du mal en 1957, Léo Ferré chante Baudelaire en 1967, y Les
fleurs du mal en 1977. Es muy conocida la adaptación musical que hizo este
cantante sobre el poema El albatros. Serge Gainsbourg musicó Le
Serpent qui danse en 1962. Diamanda Galás, cantante griega de vanguardia
adaptó Les Litanies de Satan en 1982, después L'héautontimorouménos
en 1988 et Abel et Caïn en 1998.
Grupos musicales franceses también han
adaptado los poemas de Baudelaire: La Tordueen el album T'es fou
de 1997) canta el poema À une mendiante rousse ; Celtic Frost, en el
album Into de Pandemonium (1987) presenta el poema 'Tristesses de la
Lune' en dos versiones (francesa e inglesa).
Las letras de los grupos de rock, con su
elementos contestarios, rebeldes y malditos, como, por ejemplo, Lou Reed, deben
mucho a los poemas de Baudelaire.
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